
Desde que nacieron, uno detrás del otro, Jorge y Jariel Naranjo hacen casi todo a la par, tanto es así que también se reparten títulos entre uno y otro y si no suben al mismo cajón del podio es porque en este deporte sólo puede haber un primero. Desde hace dos años la Federación Española de Triatlón los convocó para entrenar en la Blume, en Madrid, donde forman parte del grupo de promesas españolas de este deporte.
El año pasado Jorge Naranjo se proclamó campeón de Europa júnior en duatlón, en la ciudad de Budapest. Además alcanzó un octavo puesto en el Mundial que se celebró en Estados Unidos. Su hermano Jariel sufrió el año pasado una lesión que le tuvo un buen tiempo apartado de la competición y, aunque se había clasificado para el Europeo, finalmente no pudo competir. Sin embargo, consiguió hacerse con el tercer puesto en el Campeonato de España absoluto por autonomías, donde ondeó la bandera de Canarias gracias a su esfuerzo.
Jariel y Jorge tienen sólo 19 años y un futuro prometedor que invita a poner las miras en las Olimpiadas de 2012. Aunque ellos prefieren ir paso a paso y centrarse en sus compromisos más próximos para este año: Europeo y Mundial. Sólo hay tres plazas para acudir a Londres y una de ellas parece monopolizada por el triatleta Javier Gómez. Otros hombres fuertes también pujan por esta meta, lo que les pone las cosas más difíciles a los grancanarios. Pero nada parece imposible después de echar un vistazo a sus currículos. En cualquier caso, cuentan con el tiempo de su parte, porque la carrera de un triatleta no es precisamente corta y a ellos les queda un largo camino donde se pueden ir escalonando los éxitos.
Aficionados al atletismo desde niños, los hermanos empezaron a experimentar en el deporte muy pronto. Nacieron en Cuba y su infancia discurrió con un bate de béisbol entre las manos corriendo por las calles de Baracoa, en su Habana natal. Con nueve años recalaron en Gran Canaria de la mano de sus padres, Jorge Naranjo y Teresa Vichot, que imaginaron un futuro mejor para ellos.
Aprendieron a jugar al fútbol, al balonmano y a todo lo que se les puso por delante. Una curiosidad insaciable les llevó a probar con la natación en el club de Guía. Su entrenador, Javier Hernández, ex triatleta, no tardó en ver en ellos buenas maneras, así que decidió animarles a probar con el triatlón.
Aceptaron el reto y se tomaron en serio la apuesta. Tanto que enseguida empezaron a ganar competiciones hasta llamar la atención de la Federación Española. Desde los 15 años empezaron a ser cada vez más frecuentes los viajes para acudir a distintas competiciones, nacionales y europeas, hasta que decidieron aceptar la beca de la Blume e irse a vivir a Madrid.
Entrenan mañana y tarde, con un ritmo frenético, y raro es el mes que no tienen algún compromiso fuera para acumular puntos y clasificarse para las pruebas más importantes del año. Se apoyan el uno al otro y se contagian de ese entusiasmo familiar que hace que puedan con todo. Incluso con el frío de Madrid, aún más cruel con dos canarios nacidos en Cuba
Editado por Eva Pérez (La Provincia, diario de Las Palmas)
es,la mejor foto que e visto en mi vida dos hermanos gemelos haciendo lo mismo y triunfando en lo mismo grasias los quiero
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